¿Qué diferencia una esencia de otra?
¿Qué separa la oscuridad del brillo?
¿Qué tapadera cubre
a aqueste hombrecillo?
Incluso cubierto de mentiras
podría verse un corazón,
uno puro e inocente,
protegido con madurez.
Ojos que todo ven y mucho han visto,
alma frágil que cuelga herida,
mente poderosa, avispaz, despierta,
y poder infinito.
Si todo tiene, ¿dónde le llevan?
Al submundo, al faro congelado.
No hay nada que dar ni recibir.
Anclado en el pasado para siempre,
allí quedará esperando el náufrago,
a la espera de una señal.
Algo que llame a sus puertas
dándole ánimos de salir.
¿Aqueste hombrecillo, puro, grande y
a la vez pequeño
llegará o, acaso,
en el camino quedará?
Rodeado, sublevado, negado
solo queda huir
de tal fortuna que no tiene su nombre
suerte de la que no podrá disfrutar.
Camina aqueste hombrecillo
ya solo y cansado
sin ganas de seguir
pero sigue.
Para siempre caminando
un camino eterno.
Tío,
ResponderEliminarSoy ese tarao que vio por casualidad la dirección de este blog en la espalda de alguien que escribe de p***sima madre.
Espero que veas pronto este comentario y que me hables a mi correo o móvil (kevinariasflores@gmail.com 650537094) porque tengo una propuesta que no podrás rechazar.
Saludos poeta