Dondequiera que vaya
dondequiera que esté
marcado en mi pupila
a golpe de cincel
como grabado en fuego,
que ni el llanto desmesurado
ni las risas agotadas,
consigue distraer.
Yo me rindo, es inútil;
para siempre dos almas unidas
por un sentimiento
que, por no ser mutuo,
aún más fuerte es.
Amor con amor se paga
ResponderEliminardijo la misma experiencia.
También el amor se cansa
cuando no hay correspondencia.
No me acuerdo dónde estaban estos versos, creo que en un libro de estudio en mi adolescencia.
Bueno, el mensaje es: ¿vale la pena seguir amando a quien no sabe o no se deja amar?
Claro que lleva mucho tiempo superar lo que sentimos por una persona. No digo matar el sentimiento, sino apaciguarlo, digamos.
Pero es el camino para abrirse a nuevas experiencias, y tal vez el amor esté mucho más cerca de lo que imaginamos.
Es siempre un gusto leerte, Nazareno.
es siempre un placer ver tus respuestas.
ResponderEliminarPor cierto, pillas mis poemas bastante rápido, me gusta.
Y mi respuesta es... no, no merece la pena, ni compensa lo más mínimo, pero tampoco lo puedo remediar.